Cuando las paredes de Buenos Aires hablan...
Nos cuentan historias...
Algunas de dolor, como fueron las siluetas de los desaparecidos.
Otras de hambre.
De broncas sociales.
De política.
De rock.
Pero hay una pared... que solo involucra a dos personas.
Aunque esta se atreva a mostrarse al mundo... sabe que tiene un guiño con quien violó su pureza.
Recuerdo que cuando la encontré su pintura no era muy reciente.
Igual la acaricié, para sentir su textura... y para calmarla.
Fuí hasta mi mochila y extraje dos aerosoles con los que crearía nuestra complicidad.
Un color era el verde... como para darle esperanzas a esa frase.
El otro era celeste... con el que bordee las letras... así les he dado luminosidad y eternidad como el cielo.
Quizas tus ojos no escuchen lo que mi compañera declara... igual te digo que está en un barrio de Buenos Aires que llevo en mi corazón y se llama Floresta.
Aunque esta pared grite las 24 horas los 365 días del año lo que le tatué... mis sentimientos saben realmente a quien me dirijo.
El rezo que escribí en ella es "Te amo".
Raúl Bulacio
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